Plastificar es una manera de conservar los documentos y, en ocasiones, hacerlos más portables sin que sus esquinas se estropeen. Hay diferentes formas de plastificar: con máquinas plastificadoras en frío o en caliente. La plastificadora en frío es más segura y el método en caliente es más popular, pero con ambos se debe cuidar la seguridad.
Las máquinas plastificadoras son equipos que, tal como su nombre lo indica, sirven para laminar o plastificar los documentos y hojas de diferentes tamaños, añadiendo una capa fina de plástico por encima, de modo que el papel quedará protegido por una película adicional, convirtiendo el documento en uno a prueba de agua y libre de arrugas.
Las plastificadoras son máquinas muy populares que se utilizan en el hogar, oficinas e instituciones educativas, como aliadas para crear proyectos u organizar archivos. Sus usos son innumerables y dependerán de las necesidades de cada usuario. De cualquier modo, es importante resaltar que existen dos mecanismos básicos para la plastificación de documentos.
Por un lado, está el plastificado en frío y, por el otro, se encuentra el plastificado en caliente. Además de estos dos, se podría agregar un tercero, que sería un modo mixto, ya que hay máquinas plastificadoras que están equipadas con ambos métodos de plastificación.
A continuación, daremos un repaso por las ventajas y características que destacan en cada una de estas técnicas, de modo que se pueda seleccionar la mejor plastificadora del mercado (Aquí puedes encontrar unas opciones para comprar), que sea adecuada a las demandas de cada usuario.
Plastificado en caliente
Dentro de los sistemas de plastificado, el método en caliente es el más utilizado y popular. De acuerdo al grosor de la funda se deberá regular la temperatura para que el proceso sea efectivo. Antes de utilizar, se debe esperar un tiempo a que la máquina obtenga la temperatura deseada y conveniente para iniciar el proceso.
Del mismo modo, si luego de utilizar una funda gruesa se pasará a una más fina, entonces será necesario esperar un tiempo a que se enfríe, para obtener un mejor resultado en el proceso de plastificado.
Asimismo, hay una amplia variedad de modelos de máquinas plastificadoras. Los más notables en el segmento de plastificado en caliente son las máquinas que incorporan dos rodillos calientes y las máquinas integradas por cuatro rodillos. Estas últimas suelen ser las mejores y también las de mayor coste. Por lo general, estos equipos cuentan con un selector automático de la velocidad, el calor y otras especificaciones.
Cuando se está realizando el proceso de plastificado de los documentos en máquinas nuevas, estas tienden a expedir un olor más fuerte, producto del calentamiento de los rodillos y la carcasa, que puede resultar molesto en principio, pero no es tóxico y desaparecerá al cabo un par de usos.
Plastificado en frío
En el caso del sistema de plastificado en frío, es una técnica para el laminado de los documentos que se ha extendido menos, por lo que no es tan popular como el plastificado en caliente.
Este proceso tiende a ser aconsejado como mecanismo de plastificado en centros educativos, así como en lugares donde hay niños pequeños porque la técnica no necesita calor, de modo que ninguna parte de la máquina se calienta y no existe el riesgo por exposición a quemaduras.
Estas máquinas no necesitan un tiempo de calentamiento previo y pueden funcionar ya sea a través de rollos para plastificar en cantidades largas de contenido o mediante fundas cortadas de tamaños específicos.
Además, en este segmento existen dos tipos de máquinas: las que funcionan de manera manual, sin electricidad, y las plastificadoras de tipo dual o mixtas, que tienen la capacidad de desarrollar el proceso de plastificado tanto en frío como en caliente.
Ambas modalidades son adecuadas para el proceso de plastificado. Sin embargo, luego de haber seleccionado un modelo, ya sea en frío o en caliente, hay otros criterios y consideraciones que se pueden analizar para que la compra sea eficiente y adecuada a los requerimientos de cada usuario.
Por ello, más allá del mecanismo, es apropiado saber con qué frecuencia se utilizará la máquina. Si se trata de un equipo para uso frecuente, es necesario seleccionar alternativas que sean robustas y de calidad, con un elevado nivel de plastificado, para que el proceso se concluya rápido.
Otra consideración importante es el tamaño de las fundas que se utilizarán para plastificar los documentos y el grosor de estas. En cuanto al tamaño, uno de los más populares es el Din A-3 y, en caso de que se requiera un plastificado sólido y resistente, se puede hacer uso de fundas hasta de 250 micras. Para estos casos, lo conveniente y aconsejado es que la máquina sea de tipo caliente y cuente con regulador de la temperatura, a modo de poder ajustar de acuerdo a las necesidades.
Caliente o en frío, pero libre de atascos
Los atascos del papel en la máquina son una constante que se presenta durante el proceso de plastificado de los documentos. De allí la importancia de que la plastificadora posea un sistema para la liberación del papel durante el proceso. De esta manera, se evitará que el documento se estropee o que haya incidentes.
De igual modo, hay quienes sugieren que, al seleccionar una de estas máquinas, en caso de que sea en caliente, cuente con un sistema que disipe el calor y que evite que la superficie aumente demasiado su temperatura. Además, por seguridad, es preciso que, en cualquiera de los dos casos, estén dotadas con un apagado automático, regulador de velocidad e indicadores luminosos que hagan saber al usuario cuándo el proceso de plastificado ha concluido.
Aunque ambas modalidades son adecuadas para el plastificado de los documentos, para mayor versatilidad, hay quienes recomiendan que se seleccionen modelos con sistema de plastificado dual en un solo equipo, tanto en frío como en caliente.
Al terminar de utilizar el equipo, sin importar la modalidad, recuerda esperar unos segundos para sujetar el documento luego de terminado el proceso y finalmente apaga la máquina.
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